Metodologías activas: situar a los alumnos en el centro de su aprendizaje
La enseñanza basada en metodologías activas está centrada en el alumno. En ella, se concibe el aprendizaje como un proceso constructivo y al estudiante como un agente activo en el mismo.
La enseñanza basada en metodologías activas está centrada en el alumno. En ella, se concibe el aprendizaje como un proceso constructivo y al estudiante como un agente activo en el mismo. El aprendizaje no es considerado una recepción y acumulación de información como en otras metodologías. Se requiere que los alumnos participen activamente en el proceso y piensen en lo que están haciendo. Esto quizá es el principal propósito inmediato de las metodologías activas: hacer que los alumnos piensen.
Un elemento clave en este tipo de metodologías es que promueven el desarrollo de habilidades metacognitivas, que permiten que el alumno juzgue la dificultad de los problemas; identifique si ha entendido un texto; sepa utilizar estrategias distintas para comprenderlo y pueda evaluar su progreso en la adquisición de conocimientos. Este tipo de aprendizaje se conoce como autodirigido.
Además de habilidades metacognitivas, los alumnos mejoran su autoconfianza, autodisciplina y autocontrol; se vuelven más autónomos.
En este tipo de aprendizaje también se trabaja en equipo, los alumnos tienen discusiones y evalúan lo que aprenden con frecuencia. Al mismo tiempo, desarrollan una variedad de habilidades sociales.
Estas metodologías resaltan la necesidad de que la enseñanza se dé en el contexto de problemas del mundo real; situaciones lo más cercanas posibles al contexto en el que el estudiante se desarrollará en el futuro. Contextualizar la enseñanza generalmente motiva a los estudiantes y provoca que tengan una actitud positiva hacia el aprendizaje que, además, se hace más significativo y memorable. De estos tres principios se desprenden los componentes que toda metodología del aprendizaje activo tiene y que fueron descritos por tres investigadores de la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos: David Johnson, Roger Johnson y Karl Smith en el año 2000. Estos son:
¿Qué són?
•El escenario: Da el contexto del problema, proyecto o caso. Esto incluye el establecimiento de roles para los estudiantes.
•Trabajo en grupo:Los alumnos trabajan en grupos pequeños o grandes en los que deben repartirse tareas y roles para completar la tarea.
•Solución de problemas: Estos problemas son a menudo complejos y necesitan que los alumnos investiguen y lleven a cabo procesos de pensamiento complejos.
•Descubrimiento de nuevos conocimientos: Los alumnos deben reflexionar sobre qué saben y qué necesitan saber para resolver el problema. De este modo, buscarán nuevos conocimientos para terminar la tarea.
•Problemas basados en el mundo real: Esto hará que el aprendizaje sea más significativo para los alumnos y que entiendan que existen varios caminos que pueden llevar a la solución de un problema.
Cada metodología presenta de cualquier manera características particulares que enfatizan más algún área de conocimiento.
El aprendizaje activo es efectivo porque involucra a los estudiantes en su proceso de aprendizaje; le brinda al profesor la oportunidad de “personalizar” el aprendizaje y lo vuelve inclusivo.
Entre las metodologías activas más populares encontramos: Aula Invertida, Aprendizaje Cooperativo, Aprendizaje basado en proyectos y Aprendizaje basado en el pensamiento. Puedes encontrar más información sobre este tema en nuestro Facebook: Richmond Solution.
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