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febrero 02, 2024
Desde hace varios años la tecnología ha irrumpido en distintos ámbitos de nuestra vida diaria y la lectura no es la excepción. Por ello, han surgido múltiples interrogantes como: ¿Persistirán los libros físicos? ¿Qué papel tienen las editoriales ante este fenómeno? ¿Cómo transformará nuestras prácticas educativas?
Hoy en día se sabe que los libros físicos están lejos de extinguirse, pero eso no los exime de nuevos desafíos, sobre todo ante la abundancia de contenidos gratuitos y de alternativas de entretenimiento en línea cada vez más variadas.
Más aún, en el ámbito educativo, el investigador Federico Pianzola destaca la necesidad de examinar a fondo las complejidades que influyen en la lectura digital y expresa preocupación por los algoritmos, posibles sesgos y el riesgo de un procesamiento cognitivo superficial debido al consumo veloz de contenidos.
Sin embargo, la era digital también ha tenido un impacto positivo en nuestro consumo de libros. La Universidad Anáhuac resalta la gama diversificada de lecturas y la accesibilidad a varios formatos y dispositivos, permitiendo a los lectores adaptar los textos a sus preferencias.
Por otro lado, también resulta positiva la creación de comunidades lectoras, principalmente en redes sociales, que amplían y enriquecen la práctica lectora al fomentar comentarios, críticas e incluso intervenciones para modificar textos. Además, la creación de clubes de lectura ha impulsado a continuar la compra de libros, independientemente del formato elegido. Es así es como «la lectura se convierte en el catalizador de nuevas actividades sociales y creativas donde los miembros de la comunidad actúan como una auténtica inteligencia colectiva».
Se destaca, además, un consumo más diverso, integrando nuevas tecnologías como la realidad aumentada o las narrativas transmedia que integran múltiples elementos y formatos en una misma trama. Asimismo, se han creado apps que apoyan el proceso lector incluso en los más pequeños que recién empiezan a leer.
En medio de estos cambios, Javier Celaya, experto en la era digital, invita a abrazar los nuevos desafíos y adaptar las prácticas educativas más tradicionales. Destaca la importancia de entrelazar los libros con diversas formas de consumo cultural y entretenimiento. Finalmente, concluye que el reto de la industria del libro radica en transformar sus prácticas y crear nuevas historias en formatos digitales que cautiven a los lectores y revitalicen el sector editorial. Concluye que «la oportunidad que plantea el libro digital abre una vía de esperanza a la industria, si sabe aprovecharla».